ARES

Hijo de Zeus y Hera, nació en Tracia, pueblo belicoso que lo adoraba junto a Ártemis y Dionisio. Siempre lucha de manera violenta e irreflexiva, todo lo contrario a su hermana Atenea.​ En la Guerra de Troya, luchó por los troyanos junto a dos de sus hijos, Fobos y Deimos. Aunque otros dos de sus hijos, Ascálafo y Iálmeno, luchan por los griegos, Ares pelea sin piedad contra ellos. Pero cada vez que se enfrenta a Atenea, ella lo vence y hiere gravemente. Su locura, amor al peligro y a la sangre derramada lo llevan muchas veces a la derrota y al ridículo. Cuando esto pasa, los demás dioses se alegran y se burlan de él. En una ocasión, los gigantes Alóadas lo encadenaron y lo encerraron en una urna de bronce por trece meses hasta que Hermes lo rescató. Entonces Ares no volvió a presentarse frente a los inmortales, porque sabía que se burlarían de él, y se escondió en Naxos. En otra ocasión, luego de unirse con Afrodita, Ares quedó atrapado en una red de metal hecha por Hefesto, el marido engañado, para que el rompehogares quedara en ridículo frente a todos. Afrodita fue obligada por Hera a casarse con Hefesto. Pero como amaba locamente al dios de la guerra, tuvo cuatro hijos con él: Deimos y Fobos, igual de locos que su padre, y Eros y Harmonía, parecidos a su madre.  ​ Ares también fue padre de una serie de reyes sanguinarios y despiadados. Ejemplos son Enomao, rey de Pisa, Diomedes, rey de Tracia y criador de caballos carnívoros, Cisno, que mataba a cualquiera que se acercara a Tempi. Flegias fue hijo de Ares y Crisa, y fue asesinado por Apolo cuando quiso incendiar su templo. ​ Dice el mito que Halirrotio, hijo de Poseidón, intentó violar a Alcipe, pero Ares lo asesinó en el acto. Poseidón se indignó y exigió que Ares fuera castigado. Esto dio lugar al primer juicio por asesinato. Los demás dioses lo juzgaron y lo absolvieron. El juicio se llevó a cabo en la cima de una colina junto a la Acrópolis de Atenas, que más tarde se nombró Areópago, o sea, la colina de Ares.​ El carácter de Ares lo hizo ser el dios menos venerado. En Atenas, su templo estaba en la Antigua Ágora. Grimal, Pierre, (1989). Diccionario de mitología griega y romana. Trad. Francisco Payarols, Barcelona, España: Paidós. ​ Graves, Robert, (2007). Los mitos griegos I y II. Trad. Esther Gómez Parro, 2001. Madrid, España: Alianza Editorial. 
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