Tiro parabólico

PROYECTILES

Cuando lanzamos un objeto al aire con la idea de que este llegue a un determinado punto, es importante fijar la velocidad y el ángulo adecuado para lograr el alcance justo; el desplazamiento del objeto forma una curva parabólica. La distancia horizontal alcanzada viene determinada por la magnitud y dirección de la velocidad inicial. En este capitulo nos ocuparemos de las trayectorias de los proyectiles

Muchos proyectiles, cuando son lanzados en el aire, siguen una trayectoria parabólica. Tal es el caso sólo para bajas velocidades, donde la fuerza retardadora de rozamiento del aire es despreciable. Para los proyectiles a gran velocidad, el aire frena continuamente, el movimiento hacia abajo y la trayectoria se aparta de la parábola (como se indica en la figura 1.1) Cuando más alta sea la velocidad, más grande es la fuerza de rozamiento del aire y mayor es la desviación respecto a una trayectoria parabólica.

Figura 1.1. Los proyectiles tienden a seguir una trayectoria parabólica y debido a la fricción del aire esta se acorta

En general, es conveniente despreciar el rozamiento del aire, calcular la trayectoria teórica de un proyectil, y luego, si es necesario, hacer las correcciones para el rozamiento del aire. Como regla los factores conocidos concernientes a un proyectil dado, son la velocidad inicial del lanzamiento y el ángulo de salida. Este ángulo siempre se mide de la horizontal, y el caso de balas y granadas, es la elevación, ángulo de elevación del cañón.

Los factores por calcular son:
  1. El tiempo del vuelo
  2. La altura máxima conseguida
  3. El alcance logrado


El tiempo de vuelo de un proyectil se define aquí, como el tiempo necesario para su regreso al mismo nivel desde donde fue disparado. La altura máxima, llamada flecha, se define como la mayor distancia vertical alcanzada, medida desde el plano horizontal de tiro, mientras el alcance es la distancia horizontal desde el punto de origen hasta el punto donde el proyectil vuelve otra vez al mismo plano horizontal